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Pensilvania, ciencia detrás del monitoreo de una osa andina
Pensilvania, ciencia detrás del monitoreo de una osa andina
autor
Julian Sáenz y Diego Ochoa
publicación
1.11.21

El uso de tecnología para la evaluación y seguimiento de especies amenazadas se ha incrementado

El uso de tecnología para la evaluación y seguimiento de especies amenazadas se ha incrementado notablemente en los últimos años en el país. Los datos obtenidos gracias a las cámaras trampa y la telemetría de radio y satelital aportan información valiosa para el entendimiento del comportamiento de diferentes especies. El caso de Pensilvania, la osa andina liberada por Corpoboyacá en abril pasado, no fue la excepción.

Pensilvania era una osa que tenía una edad de aproximadamente 22 años, fue rescatada y liberada por la corporación y se le instaló un collar de telemetría satelital con un GPS que cada dos horas enviaba su ubicación. Al final del día se esperaba obtener hasta 12 puntos de los lugares por donde la osa andina había transitado.

pensilvania libre
Pensilvania recibió su nombre por el sector donde fue hallada en el municipio de Moniquirá. Foto por: Corpoboyacá.



“A veces se podía perder la señal por condiciones climáticas o del terreno. Sin embargo, el collar también contaba con una señal VHF, una señal de radio de alta frecuencia con la que, de manera complementaria, se podía hacer seguimiento a la frecuencia que el dispositivo emitía. Con esto buscábamos entender un poco más la ecología de la especie, conocer sobre sus desplazamientos”, explicó Harold López, biólogo de la Subdirección de Ecosistemas y Gestión Ambiental de Corpoboyacá.

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Con esa meta en mente y mientras se planeaba la liberación y el seguimiento de Pensilvania, un grupo de expertos de la corporación capacitó a las comunidades locales de las veredas El Venado, Peña Amarilla, Peña Blanca y La Bolsa en el municipio de Paipa; las de Santa Helena, El Carmen y Avendaños en Duitama y; algunas personas de los municipios de Cómbita y Arcabuco sobre los servicios ecosistémicos que presta la especie y su importancia ecológica.

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Además, desde el Instituto Humboldt y la Fundación Wii se brindó información a algunos miembros de las comunidades sobre técnicas de seguimiento con telemetría en campo. Este proceso se hizo porque ellos serían protagonistas en el acompañamiento del estudio de la telemetría y en el seguimiento de esta especie.

Los desplazamientos de Pensilvania

Los investigadores del Instituto Humboldt apoyaron a Corpoboyacá en el proceso del seguimiento telemétrico del animal desde los análisis computacionales. Esto sirvió para comparar las distancias que Pensilvania recorría en diferentes periodos de tiempo y conocer en qué ambientes se encontraba.

telemetría
Comunidades locales fueron capacitadas en técnicas de telemetría en campo. Foto por: Nicolas Reyes



Aunque es muy temprano para sacar conclusiones sobre la distribución y el comportamiento de Pensilvania y en general de los osos andinos, si llama la atención algunos de los desplazamientos que realizó. Estos, dejan varias enseñanzas y dan luces que podrían servir para el desarrollo de planes de manejo de esta especie.

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Sin embargo, hay que tener en cuenta que Pensilvania no era la única de su especie en ser monitoreada, pero sí la primera hembra. En 2013, en Chingaza un oso macho fue liberado con un collar de telemetría GPS, por la Fundación Wii, publicando los hallazgos de este estudio con apoyo del Instituto Humboldt. Entre los meses de octubre y diciembre de ese año, el dispositivo arrojó varios datos: el oso se movió por un área de casi 240 kilómetros cuadrados y prefirió los matorrales del ecotono entre el páramo y los bosques a la hora de hacer sus recorridos. Posteriormente, Wildlife Conservation Society (WCS) liberaría otro macho con un collar de telemetría GPS en el mismo sector.

“Las cifras de Pensilvania hasta ahora se están analizando, pero tuvo tres principales rutas. La primera desde el Santuario de Flora y Fauna Guanentá Alto Río Fonce hasta el Parque Natural Regional El Valle. La segunda empieza en el parque El Valle hasta veredas de Paipa y nuevamente Guanentá. Y la tercera, finalmente desde Guanentá hasta la vereda de Santa Bárbara de Cómbita en Boyacá”, agregó el biólogo López de Corpoboyacá.

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Tal vez, lo que más llame la atención de los recorridos de Pensilvania son las largas distancias que transitó y el paso ocasional por diferentes veredas o zonas con cultivos y viviendas rurales. De hecho, Nicolás Reyes, curador de la Colección de Mamíferos del Instituto Alexander von Humboldt explica que, al igual que el primer oso monitoreado, Pensilvania realizó movimientos mucho más largos que los previamente reportados para esta especie, tanto para machos como para hembras, en otras partes del continente en su distribución natural.

“Esto sugiere que estos animales en Colombia están en ambientes supremamente fragmentados y con muy baja calidad de hábitat, donde hay muy poco alimento y agua. Son animales que para poder sobrevivir tranquilamente como lo hacen los osos en otras partes más conservadas, tienen que moverse el doble o el triple que los otros”, manifestó Reyes.

Por otro lado, es interesante analizar que muchos de los recorridos de Pensilvania se dieron en ambientes antrópicos. Cruzó potreros y zonas cercanas a casas rurales de manera cautelosa y sin ser detectada por los habitantes.

Siembra de árboles
A Pensilvania se le instaló un collar de telemetría satelital con un GPS que cada dos horas enviaba su ubicación. Foto por: Nicolas Reyes



“Estos animales usan ambientes antrópicos y naturales de manera muy fluida. Es importante pensar la conservación del oso andino más allá de algunos pocos núcleos poblacionales ubicados en grandes bosques, es hora de pensar la conservación de estos animales en los ambientes donde hay actividades antrópicas, que es donde los animales se pueden encontrar con los humanos y donde puede haber interacción oso-comunidades”, concluyó el curador Reyes.

Por su parte, el biólogo López aseguró que: “Pensilvania nos dejó grandes datos y patrones de su actividad con los que podremos entender un poco más de su ecología. Nos hace falta evaluar mucha más información, el comportamiento de los osos no necesariamente es el de Pensilvania, pero es un comienzo. Es un ejercicio que nos da muchas herramientas para plantear a futuro los planes de manejo de las poblaciones de osos en está región”.

El trabajo en equipo alrededor de Pensilvania

Todo comenzó en febrero del año pasado. En el sector de Pensilvania, en la vereda Tierra de Gómez del municipio de Moniquirá (Boyacá), una osa andina fue vista en varias ocasiones merodeando por el lugar, un acontecimiento inusual que pocas veces es presenciado.

Liberación Pensilvania
Diferentes entidades trabajaron de la mano para el cuidado, liberación y seguimiento de Pensilvania. Foto por: Felipe Villegas



La comunidad, lejos de ver a este animal como una amenaza, por el contrario le mostró su cariño. Alertaron a las autoridades para su rescate y la bautizaron con el mismo nombre del lugar donde fue hallada: Pensilvania.

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Después del rescate, a Pensilvania se le realizaron varios exámenes para valorar su estado de salud. “Tenía bajo peso y deshidratación, pero principalmente tenía afectaciones en su dentadura. En su proceso de recuperación física se le realizaron algunos procedimientos dentales de coronas, otros de cerrarle algunas fisuras en sus dientes y se trató de rehabilitar los colmillos, pero esto último fue un poco complicado. Varios de estos procedimientos se debían realizar con anestesia y no podían ser tan seguidos”, aseguró el biólogo de Corpoboyacá.

Tras un año de un trabajo riguroso y luego de analizar su comportamiento y salud, Pensilvania finalmente fue liberada el pasado mes de abril. Sin dudas, la mayor enseñanza que nos dejó fue la necesidad de seguir trabajando en equipo por la conservación de esta especie.

En el proceso de rescate, valoración médica, recuperación, liberación y seguimiento participaron en diferentes instancias: Corpoboyacá, Fundación Santuario del Oso Anteojos, Fundación Wii, Reserva Natural de la Sociedad Civil Corazón de la Montaña, el Instituto Humboldt, la Policía Nacional y las comunidades locales de los municipios de Paipa, Moniquirá, Duitama, Cómbita y Arcabuco. Ese trabajo articulado además permitió la realización de protocolos de seguimiento y reacción ante las diferentes situaciones que tuviera que enfrentar Pensilvania en sus recorridos.

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